Capitulo 10: Gran desayuno.
Flora se despertó y se levantó saliendo de la barca, se
frotó los ojos y al abrirlos descubrió que habíamos llegado a una isla. Se
estiró y salió hacia la arena de la playa, entrecerró los ojos y también pudo
divisar una mesa con comida semejante a la que estaba en la cueva. Mirando
hacia los lados por si veía a alguien ya estaba despierto, se acercó
tímidamente a la mesa y empezó a comer, llevaba más de 24h en ayunas. Sobre la
mesa había todo tipo de platos; carne, pescado, dulces, fruta y agua. Empezó a
engullir todo lo que pudo por el hambre que tenía, pero poco después de empezar
a hacerlo se le acercó la señora del vestido morado.
-Me llamo Helen. Tu quien eres jovencita? –Dijo la señora
observando como Flora se llevaba a la boca todo lo que podía-.
-Yo soy Flora y vengo a ganar l dinero.
-Menuda decisión tienes, pero que sepas que aquí todos
estamos para eso.
Flora siguió a lo suyo comiendo todo lo que pudo. A los dos
minutos un hombre que caminaba aferrado a su libro comenzó a comer con ellos, y
así hasta que todos los participantes menos Emmy, Luke y Alice se pusieron a comer. Raquel despertó
a Alice y esta después de estirarse hizo lo mismo con Luke. Emmy seguía
durmiendo plácidamente en la barca mientras que los demás comían.
Un rato después una persona se acercó a la barca de Emmy y
la empujó hacia el mar, la barca se fue alejando poco a poco …
Capitulo 11: Emmy se despierta
Me
desperté en medio del mar, sin rumbo. Abrí los ojos y mire hacia todos los
lados, me parecía increíble que hubiera podido pasar, estaba sola en medio del
mar.
Antes
de cerrar los ojos, Flora estaba acurrucada a mi lado, y había una lancha con
más gente, aunque ahora, por arte de magia habían desaparecido. De lejos se
divisaba una isla, con un alto y estrecho castillo que sobresalía por detrás de
la cumbre de su montaña, en varios momentos se me ocurrió que pudieran estar
ahí pero las posibilidades eran remotas.
Tambien
eran remotas las posibilidades de que se hubieran esfumado. Como habría conseguido
llegar yo hasta ahí, o mejor dicho, como ellos a aquella isla?
Intenté
volver a poner en marcha el motor, pero no parecía que aquella barca se fuera a
mover lo más mínimo si no es por una ola. Empecé a remar con mis brazos como
pude y así me pasé más o menos una hora. Llegué a la orilla cansada, con mucha
hambre y sed, al final de la playa se encontraba una gran mesa, me acerqué a
ella. La mesa estaba vacía, quedaban restos de comida, pero muy pocos, por
suerte aún quedaba agua. Cuando acabé eran las doce y media. Me senté en la
arena y encontré algo al pie de la mesa. Era un papel, cuando empecé a leerlo
me dí cuenta de que tenía que ver con el diario del profesor, así que empecé a
caminar hacia la montaña a buscar a mis niños, ahora estaba segura de que se
encontraban allí.
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