Capítulo 18: El castillo.
La puerta del castillo
empezó a chirriar y sus dos puertas, poco a poco, se fueron separando la una de
la otra hasta que pudimos pasar por el medio. Entramos en una sala ovalada en
la que casi todo el espacio lo ocupaba una alta escalera de caracol. Las
paredes eran de piedra, aunque difícilmente se distinguía debajo de tanto
musgo.
Subimos por las escaleras
hasta llegar a la segunda planta donde había una sala idéntica a la anterior
pero con dos ventanas señalando al norte y al sur. Flora se asomó a una de
ellas y pudo ver como Drebber y Helen ya habían conseguido llegar hasta la
torre que se encontraba junto a la nuestra. Las cuatro torres del castillo se
encontraban separadas de él pero unidas por cuatro largos corredores muy
estrechos. Alice siguió subiendo las escaleras para llegar a la entrada de los
corredores que conectaban al majestuoso castillo con ellos. Raquel y Flora le
siguieron, pero Emmy y yo esperamos un poco más para poder ver la temprana
puesta de sol. Después de unos segundos Emmy dijo:
-Tú quieres a Flora. ¿No?
-Es mi amiga, claro que la
quiero. –Respondí haciendo que no veía por donde iban los tiros-.
-No me refiero a eso, antes
cuando la salvamos te abrazó y tu no la quisiste soltar.
-Eso no quiere decir nada.
Ella lo acababa de pasar muy mal. Si se cae, muere.
-Entiendo… Es mejor que
dejemos este tema para cuando no estemos en una situación tan
extraña.-Respondió suspirando-.
-¿A qué te refieres con
“Una situación tan extraña”?
-Luke, estamos en una isla
misteriosa en la que una persona aún más misteriosa nos propone enigmas para
encontrar un tesoro y volver a casa. Si eso no te parece misterioso…
Emmy tenía razón, nosotros
tres no éramos más que un niño pequeño una huérfana y una estudiante. No somos
tan importantes como parece y aún así, aquí estamos. Siendo los elegidos para
extraño juego. Solo nos quedaba resolver esto y volver a casa para seguir con
nuestras aburridas vidas. Cada uno con la suya.
Continuando por l corredor
llegamos a un lugar en el que se encontraban dos puertas, una de ellas tenía un
candado enorme, así que escogimos la otra.
Alcanzamos a los demás en
poco tiempo, llegamos al centro del castillo y nos reunimos con Drebber, Helen
y Stangerson. El centro estaba cubierto por una gran cúpula de cristal, el
suelo era de mármol y las paredes de granito. Había una trampilla de madera en
el suelo de la sala.
Se escucharon unos pasos en
el corredor, así que Emmy y Alice fueron a ver quien estaba allí, pero la
puerta estaba cerrada. Excepto por la trampilla de madera, estábamos
incomunicados. De nuevo, para sorpresa de todos, la voz volvió a sonar:
-Amigos, veo que habéis
conseguido llegar a mi castillo. No voy a irme por las ramas así que os contaré
un poco como podéis llegar a lo alto del castillo y encontrar el tesoro. Os
presento el enigma número dos.
Las puertas se volvieron a
abrir.
-Debéis llegar a lo alto
del castillo para descubrir el tesoro y la forma de volver a casa. Para llegar
a lo más alto, no siempre hace falta seguir adelante.
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